top of page
Buscar
Foto del escritorDaniela Ochoa Díaz

¡Prepárate!







¿Te ha pasado que, cuando atraviesas una situación nueva en tu vida, intentas averiguar e informarte muy bien sobre lo que está sucediendo?


Déjame explicarme, por ejemplo, si vas a cambiar de trabajo te informas acerca de la empresa, los horarios, la forma de trabajar, etc.


En mi caso particular, ahora mismo mi mente se está llenando de información sobre bebés. Estoy leyendo mucho sobre embarazo, parto, maternidad, lactancia, ejercicios pre y posparto, cuidados del bebé… etc. Estoy tratando de informarme bien sobre muchos temas necesarios para los próximos meses y años de mi vida.


No soy una experta, ni mucho menos, pero me estoy preparando para la llegada de mi pequeña. No creo que te sorprendes, pero en Internet hay muchísima información y hay que saber escoger cuál es mejor.


¿Y por qué hago todo esto? Porque soy consciente de que próximamente lo voy a necesitar, no lo considero una pérdida de tiempo o una locura estar informada y preparada. Quizás a veces tenga pereza de hacerlo, pero es necesario e importante.


¿Y por qué digo todo esto? Porque a raíz de ese pensamiento he estado meditando en que los creyentes muchas veces nos compartamos como si el saber o conocer de Dios y de Su Palabra no fuera algo importante y necesario en nuestras vidas.


Hay algunos creyentes que pueden llevar años en el Señor, pero no sabrían explicarte por qué creen en la Trinidad, por ejemplo, o por qué Cristo tuvo que venir y derramar su sangre, o por qué la Biblia enseña que el Espíritu Santo es una persona y no una fuerza, o qué diferencia hay entre calvinismo y arminianismo, o qué enseña el libro de Sofonías, o no sabrían explicarte acerca del Milenio…etc ¿Entiendes lo que quiero decir?


A veces pareciera que nos conformamos con saber “lo básico” del cristianismo y ahí paramos, porque lo demás se lo dejamos a los “eruditos”


Si bien, en esta tierra no seremos expertos en conocer las grandezas de Dios ni nuestra mente finita podrá entender todo sobre Cristo, pero es necesario esforzarnos por aprender cada día más y estudiar sobre Su Palabra.


Es triste que hoy en día algunos creyentes son “expertos” en redes sociales, por ejemplo, o en hacer vídeos en Youtube, o historias en Instagram, pero nunca se han apuntado a una clase de Instituto Bíblico por ejemplo o han estudiado a consciencia, sobre un tema en particular de las Escrituras.


Te animo a observar lo que la Biblia tiene que decirnos acerca de esto.


En 1 Pedro 3:15 encontramos lo siguiente:

“sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros”


Sí, has leído bien, aquí Pedro anima a estos creyentes a estar preparados siempre para defender su fe.


Recordemos que estos hermanos estaban siendo perseguidos por el Impero Romano, porque Nerón acusó a los cristianos de haber comenzado el fuego que destruyó gran parte de Roma. Las circunstancias eran muy adversas para estos creyentes y ellos no contaban con el Nuevo Testamento. ¿Te imaginas defender tu fe, sólo con el Antiguo Testamento? Eso requería conocimiento, estudio y esfuerzo.


En Josué 1: 7 leemos:

“Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó, no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas”


Aquí vemos que Dios le dijo a Josué, que se esforzara y fuera valiente, no para pelear batallas y ganarlas ¡No! Sino para, como dice el versículo, guardar toda la ley que Dios mandó a Moisés. Para guardar la ley es imprescindible conocerla. No puedes poner algo en práctica si no conoces qué es ese algo.


A lo largo de toda la Biblia se nos anima a esforzarnos y trabajar por conocer las Escrituras, porque Dios sabe que requiere estudio, dedicación, tiempo, esfuerzo, renuncia (en muchos casos), sacrificio y compromiso.


No puedo pretender que los conocimientos sobre la maternidad me vendrán solos, de milagro, tengo que prepararme. Lo mismo ocurre con el estudio de la Palabra de Dios.


Y para terminar te dejo unos consejos prácticos para esto:


  • Apúntate a una clase del Instituto Bíblico de tu Iglesia. Si tu Iglesia no lo tiene, en Internet hay buenos recursos, te recomiendo el Instituto Bíblico de BBN.

  • Usa una buena Biblia de estudio para tus devocionales.

  • Hay buenos libros que te ayudan en tu conocimiento de las Escrituras como: “Historia Bíblica del Antiguo y Nuevo Testamento” por H. Richard Hester.

  • Lee, lee y lee tu Biblia todos los días. Es increíble lo que Dios revela en la intimidad de Su Presencia.


Oh, Dios, nunca conoceremos lo suficiente de ti como para saberlo todo. Llénanos de humildad para ser enseñados por tu Palabra cada día. Amén


40 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page