top of page
Buscar
Foto del escritorDaniela Ochoa Díaz

¿Menos sabia que una asna?



Como todas nosotras, había leído muchas veces la historia del asna hablando con Balaam, pero la última vez que lo hice mis ojos se abrieron a una verdad y una enseñanza que quiero compartir con vosotras hoy.


En Números 22: 21-34 se encuentra este curioso relato y quiero empezar en el versículo 23 que cuenta cómo el asna “se apartó” del camino cuando vio al ángel de Jehová y es aquí cuando me puse a pensar que todas podemos empezar con apartarnos del camino correcto del Señor; “apartarnos” o “desviarnos” tan solamente un poco, quizás por alguna nueva amistad que te está alejando de Dios, quizás por la “pereza” de leer tu Biblia y dejar de orar, quizás por el desánimo, cuando ves que no hay respuesta a tus oraciones.


Tal vez al principio no te parezca malo, porque en realidad es sólo apartarse del camino e ir por el campo, costará un poquito más caminar pero no es algo imposible, es incluso “llevadero” se podría decir, no lees tu Biblia entre semana pero vas todos los domingos a la iglesia, pues así empezó Balaam y su asna, tan solo desviándose un poquito del camino correcto, pero ¡cuidado!


Esto lleva a la progresión que sigue en el versículo 24 que dice: “Pero el ángel de Jehová se puso en una senda de viñas que tenía pared a un lado y pared al otro”


Confieso que aquí me costó un poco más entender lo que significaba esto, porque aquí vemos al ángel de Jehová confrontando cada vez más al profeta, para hacerlo volver de su error (y aquí vemos una vez más la misericordia de Dios hacia sus hijos) pero ¿qué significa esa senda con una pared a cada lado? Recuerdo que lo comenté con algunas personas y dije: “¡tengo que escribir sobre esto!”


Pues bien, esta senda puede significar que ya nos estamos acostumbrando a caminar por el camino erróneo, ya vamos con una idea o pensamiento que nos parece correcto, con un plan nuestro y nos olvidamos de ver a los lados la dirección de Dios porque ya está levantada esa “pared” que nos impide ver a Cristo obrando en nuestras vidas y nos impide que Él nos exhorte en cuanto al camino que estamos llevando.


Recordemos que en ambas ocasiones sólo el asna vio al Ángel de Jehová y no Balaam, ojalá nosotras no seamos tan insensatas como para no darnos cuenta cuándo Dios nos está advirtiendo de algo erróneo en nuestras vidas, estemos atentas porque Él puede usar lo que necesita para despertar nuestros sentidos espirituales, incluso una asna.


Si seguimos con la historia, el versículo 26 nos dice: “Y el ángel de Jehová pasó más allá y se puso en una angostura donde no había camino para apartarse ni a derecha ni a izquierda” Lo que yo veo aquí es el clímax de la desobediencia, porque esta vez ya está tan metido en el error que ya no hay vuelta atrás, está atrapado, involucrado tanto con el pecado que ya es parte de él, lo peor es que todos hemos oído de casos como éstos, que empezaron faltando a la iglesia y hoy en día están sirviendo a Satanás y son presos de sus deleites y pecados.


Lo glorioso de esta historia llega, para mí, cuando por fin Dios ¡abre los ojos de Balaam! Parecía que no había salida para él, que todo estaba perdido (lo mismo podemos pensar de los casos que conocemos) pero en su infinita misericordia, Dios sigue obrando aún cuando nosotras no lo vemos y el versículo 31 llega como un bálsamo cuando Dios muestra Su gloria al profeta y abre sus ojos.


La gran pregunta que yo me hago en este punto es: ¿Balaam era creyente o no? ¿Conocía de verdad a Dios? ¿Cómo un siervo de Dios puede caer tan bajo?

La respuesta puede hallarse en 2 Pedro 2:15-16 que dice: “el cual amó el premio de la maldad” Los comentaristas que he leído dicen que éste es el veredicto final para Balaam, el cual “conocía” a Dios como se conoce a cualquier otra divinidad, sin tener una relación personal con Él, y que también quería ganarse el favor de Balac y su recompensa monetaria, así que servía a dos señores, lo cual la Biblia condena.


Mi oración es que nosotras tengamos claro a quién queremos servir, honrar y amar de corazón y que estemos dispuestas a dejarnos guiar por Dios e incluso dejarnos “azotar” como el asna, si nos estamos desviando de su camino.

Te animo a examinar tu vida hoy, y permitas al Espíritu Santo que te muestre si estás dejándote llevar por el camino del error. 1Co. 10:12 dice: “Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga”


Inmutable Dios, tú que no

cambias, ayúdanos a no

dejarnos llevar por nuestros

propios pensamientos, no

nos dejes ir por nuestros

propios caminos, sino

por el tuyo. Amen.

41 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page