top of page
Buscar
Foto del escritorDaniela Ochoa Díaz

Frontenis




Mi marido y yo empezamos a jugar frontenis desde octubre del año pasado, es decir, a día de hoy llevamos como diez meses practicando este deporte y para nuestro agrado vemos cómo vamos mejorando cada vez más.


¿Es sorprendente lo que hace la práctica no? Al principio recuerdo que ni siquiera podía atinar a golpear la pelota cuando ésta venía hacia mí, era muy gracioso, aunque un poco frustrante también.


Pero lo normal con la práctica es que uno mejora cada día si es constante y disciplinado.


Y esto se puede aplicar a cualquier área de nuestras vidas, ya sea que estemos empezando a ir al gimnasio, o aprendiendo a andar en bicicleta o aprendiendo un instrumento o aprendiendo a nadar… etc.


Con la vida espiritual pasa lo mismo. En la Biblia vemos ejemplos en los que, con la práctica y la constancia, la gente fue mejorando y capacitándose cada día más para servir mejor a Dios.


1) Si pensamos por ejemplo en Moisés, este hombre al principio se negó reiterada y abiertamente a hablar con Faraón y ser el líder del pueblo de Israel porque dijo: “¡Ay Señor! Nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo, porque soy tardo en el habla y torpe de lengua” ¡Ay Señor! Envía te ruego, por medio del que debes enviar” Éxodo 4:10 y 13


Pero con el paso del tiempo se convirtió en un gran líder para el pueblo de Dios. Si conoces la historia, recordarás cómo fue él mismo quien habló con Faraón y no su hermano Aarón, como Moisés deseaba en el principio.


Y cuando salieron de Egipto les dio los mandamientos, ordenanzas y estatutos de parte de Dios mismo con todo poder y autoridad y ya no le vemos dudando de si hablar con el pueblo o no.


Y para cuando su vida llega a su fin, leemos el hermoso cántico y las bendiciones que pronunció a las doce tribus de Israel antes de morir en los capítulos 32 y 33 de Deuteronomio, habiéndose convertido en un gran siervo elocuente, y no por sí mismo sino por la misericordia de Dios quien vio en Moisés un gran líder y guía para toda una nación.


Sí, eso es lo que provoca la práctica y la dedicación.


2) Si pensamos en la vida de Marta, la hermana de Lázaro, vemos como en Lucas 10:40 ella estaba muy preocupada con muchos quehaceres en lugar de sentarse a escuchar lo que el propio Jesús quería comunicarle, y leemos que en los versículos 41 y 42 el Señor le dice:


“Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero sólo una cosa es necesaria y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada”.


Personalmente creo que Marta aprendió la lección de estar a los pies de Cristo y preocuparse por lo espiritual en más medida que en lo físico, y esto lo consiguió con la práctica y la dedicación.


Y digo esto porque si recuerdas que algún tiempo después, cuando su hermano Lázaro muere y viene Jesús a la aldea en la que estaban, ella deja a todos los que estaban en su casa llorando por su hermano y brindando consuelo a la familia, y sale corriendo para encontrarse con Jesús y oír lo que éste tiene que decirle.


¿Qué habría más importante en ese preciso momento, que estar en tu casa junto a tus familiares y amigos cercanos mientras te brindan consuelo por tu trágica pérdida? ¡Escuchar lo que Jesús tenía que enseñarte o decirte al respecto! Ella aprendió, a base de practicar, lo que Cristo le dijo acerca de “escoger la mejor parte”


Pienso que, para ella, Jesús se convirtió en “su mejor parte” para siempre.


Eso es lo que la práctica provoca, mejorar nuestra relación y servicio hacia Dios.


¿Y nosotras? ¿Estamos mejorando en nuestra relación y servicio hacia Dios? ¿O somos de las que nos conformamos con nuestro estado actual o nuestro ministerio actual y no mejoramos en conocer a Dios y servir a otros?


A veces para nosotras resulta más cómodo decir “no” a ciertos ministerios dentro de la iglesia, porque pensamos que “no es mi don” o “no está hecho para mí” Pero con el paso del tiempo he comprobado que la práctica ayuda en este caso como en cualquier otro.


Nunca vamos a mejorar en algo si ni siquiera lo practicamos, y nunca vamos a practicar si ni siquiera lo intentamos.


Cuando mejoras en el frontenis, quieres practicarlo más y más cada vez porque te sientes más cómoda y te vas enganchando cada día más, lo mismo ocurre cuando ves mejoras en tus esfuerzos por crecer en conocimiento de la Palabra o cualquier área espiritual.


Te animo el día de hoy a mejorar en tu relación con Dios y en tu servicio hacia Él en base a la práctica y a la disciplina que estás dispuesta a darle a tu Salvador, recordando que Él siempre debe ser lo más importante en nuestras vidas.


Gracias Dios por no dejarme estancada en mi vida espiritual, porque me das el privilegio de mejorar y crecer en ti. Amén

















20 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page