top of page
Buscar
Foto del escritorDaniela Ochoa Díaz

Ana y su compromiso con Dios (segunda parte)





Hace dos semanas vimos que Ana demostró su compromiso con Dios, soportando la crítica y cumpliendo sus votos, y no sólo así lo demostró sino también:


3) Obedeciendo a Dios antes que sus deseos.

En los versículos 22 al 28 de 1 Samuel leemos que Ana cumplió sus votos. Lo que me llamó mucho la atención fueron los versículos que hablan que ella llevó a su hijo al templo después de haberlo destetado, los versículos 23 y 24 dicen: “Y Elcana su marido le respondió: Haz lo que bien te parezca, quédate hasta que lo destetes, solamente que cumpla Jehová su palabra. Y se quedó la mujer, y crió a su hijo hasta que lo destetó. Después que lo hubo destetado, lo llevó consigo, con tres becerros, un efa de harina y una vasija de vino, y lo trajo a la casa de Jehová en Silo, y el niño era pequeño.”


Mientras preparaba este estudio tuve curiosidad por saber la edad del niño cuando fue llevado a Elí y por lo que pude leer, los niños eran destetados entre los 3 y 5 años de edad, es decir eran muy pequeños.


Piensa en esto por un momento Ana alimentó a su bebé, lo crió y cuidó hasta aproximadamente los 5 años en los que fue llevado al templo, ¿No crees que su corazón estaba lleno de gozo al tenerlo entre sus brazos, al verlo dormir, y cuando dijo sus primeras palabras?


Las que sois madres ¿Podríais haber entregado vuestros hijos a otra persona siendo tan pequeños y habiéndoles cogido tanto cariño, al saber que son parte de ti? ¡Qué fuerza de voluntad y sobre todo qué fidelidad la de Ana al haber cumplido su palabra y llevarlo ante el Señor! ¡Qué ejemplo de compromiso el de esta mujer!


Por más que le haya costado desprenderse del pequeño Samuel, ella cumplió su voto e hizo lo que le prometió a Dios, a pesar de que su deseo humano y maternal hubiera sido quedarse con el niño, pero Ana obedeció a Dios porque lo conocía, porque lo amaba por sobre todas las cosas.


Ella no obedeció a Dios a regañadientes, podría haberle dicho a Elí: “lo he traído porque tenía que hacerlo, pero que sepas que me arrepiento de mi decisión” ¡No! Ana lo trajo con gratitud, llevando holocaustos y contándoselo con gozo al sacerdote Elí, y con adoración como leemos en el versículo 28 que dice “Yo, pues, lo dedico también a Jehová, todos los días que viva, será de Jehová. Y adoró allí a Jehová” ¿Qué buena manera de obedecer a Dios no?


¿Nosotras actuamos como Ana cuando debemos obedecer los mandamientos de Dios o más bien nos quejamos?


¿Para nosotras es una carga obedecer a Dios y lo que nos dice en Su Palabra? Las demás personas que nos miran ¿Ven en nosotras gozo al servir y obedecer o, al contrario, ven una cara larga y poco amistosa?


Hasta aquí hemos visto de qué maneras Ana demostró su compromiso con Dios, y ahora veremos las Consecuencias que tuvo su Compromiso:


1) Dios bendijo la familia de Ana

Cuando nos comprometemos con Dios y le obedecemos por sobre todas las cosas, esto trae como consecuencia que estemos más cerca de Dios, que lo conozcamos más y recibamos de sus bendiciones.


No siempre sucede así porque en la biblia hay ejemplos de personas que lo sirvieron fielmente, pero eso no garantizó que todo les fuera bien en la vida.

El ejemplo del apóstol Pablo es uno de ellos, sirvió a Dios de todo corazón y obedeció, pero fue encarcelado, azotado, maltratado, y Dios no le quitó la enfermedad que tenía.


Pero en el caso de Ana su compromiso con Dios trajo como consecuencia que Dios le regaló más hijos como leemos en 1 Samuel 2: 20 y 21: “y Elí bendijo a Elcana y a su mujer, diciendo: Jehová te dé hijos de esta mujer en lugar del que pidió a Jehová. Y se volvieron a su casa. Y visitó Jehová a Ana, y ella concibió y dio a luz tres hijos y dos hijas…”


¡Dios se acordó de ella y no sólo le dio a Samuel sino 3 hijos y 2 hijas más!

Dios cuando da, lo hace en abundancia, obedeciendo a Dios nunca perderemos, sino que nuestra vida rebosará de gozo y gratitud por todo lo que Él pueda, en su misericordia, regalarnos.


Dios en su fidelidad promete bendecir nuestras vidas, cuando nos comprometemos con Él de corazón.


En Su Palabra encontramos varias de sus bellas promesas entre las cuales están: “No os engañéis: Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” Gálatas 6:7


Pero si estamos invirtiendo nuestra vida en las cosas de este mundo, también recogeremos sus frutos como lo dice en Romanos 8:13 “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis, mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis”


Ana sembró en el Señor: fidelidad, compromiso y amor por Dios; y segó bendiciones no sólo espirituales sino también materiales.

Continuaremos con el desenlace del compromiso de esta bella mujer la semana del 3 de octubre.





21 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page