¡Ya estamos en Noviembre! ¿Es increíble cómo pasa el tiempo no? ¿Soy la única a la que le parece que últimamente el tiempo vuela? ¡Parece que fue ayer que empezamos el año y ya casi vuelve a terminar! Hemos cambiado de estación y con ello llega el frío, el cambio de hora, la caída de las hojas de los árboles…. el tiempo invita a quedarse más en casa y cuando te animas a salir, los escaparates te recuerdan que otra vez hay que cambiar de vestuario.
Debo admitir que hay cierto encanto por estas fechas, pero seguro que no soy la única que echa de menos el verano y el Sol.
Todo esto me hace pensar en que, a veces la vida pasa tan rápido, casi sin darnos cuenta, y casi sin pararnos a pensar en todo lo que ha hecho Cristo por nosotros en este año, también me recuerda que llega una celebración que lamentablemente aquí en España no celebramos y esa es Thanksgiving o más conocido como el día de acción de gracias. Básicamente consiste en reunirse con la familia, comer algo delicioso y dar gracias por todo lo que tenemos ¿sencillo no?
¿Estamos agradeciendo a Dios por todo lo que tenemos? ¿Incluso por lo que no tenemos? ¿O simplemente estamos deseando que lleguen las Navidades para pedir, pedir y pedir? Te invito a que, en este mes, hagas un parón y te dediques a dar gracias a Dios por sus grandes misericordias, por lo maravilloso de su amor y porque aún tenemos una cama calentita donde dormir.
Estamos tan acostumbrados a pedir por estas fechas, tanto niños como adultos, que nos hemos olvidado un poco de ser agradecidos. Vamos a mirar tres casos de personas muy agradecidas en la Biblia y seguro aprendemos algo de ellos.
1) La suegra de Pedro (Mateo 8:14-15) es increíble que su historia sólo ocupe dos versículos y se pueda aprender tanto, aquí podemos ver que Cristo la sana de su enfermedad y ella en lugar de quedarse en cama reposando y recuperándose por completo, decide agradecer a Cristo ¿cómo? ¡Sirviéndole!
2) El Ciego Bartimeo (Marcos 10:46-52) Personalmente me encanta esta historia, aquí vemos a un hombre con una fe tan grande que no duda en que va ser sanado y es tan perseverante que no para hasta que Cristo hace caso a su petición, y es tan agradecido, que en lugar de quedarse admirando el paisaje que tenía ante sí, o tratar de buscar a sus seres queridos, por el contrario ¿qué hace? ¡Sigue a Jesús!
3) Solo uno de diez. (Lucas 17:11-19) Seguro que recuerdas esta historia de los diez leprosos que fueron sanados mientras iban de camino a presentarse a los sacerdotes como les había mandado Jesús y solo Uno volvió para darle las gracias a Cristo por el milagro hecho en su cuerpo y ¿cómo volvió? ¡Glorificando a Dios a gran voz!
Entonces según estas historias ¿cómo podemos ser más agradecidos a Dios? Sirviéndole, Siguiéndole y Glorificándole.
Y como ya he hablado en otros artículos sobre servir y seguir a Jesús, en las líneas que me restan intentaré hablar sobre cómo glorificar a Cristo.
Según el diccionario esta palabra significa “Ensalzar o alabar a una persona o cosa, o hacerla digna de honor, prestigio o fama” Si alabamos a Dios con todo nuestro ser, cantando y agradeciéndole por todo lo que ha hecho por nosotros seguro lo estamos ensalzando, y dando el honor que se merece.
Si eres de esas personas que te cuesta dar gracias, te animo a que empieces hoy mismo, con un sencillo ejercicio que a mí me ha ayudado mucho a alabar y glorificar a Dios.
Haz una lista mental de TODAS las cosas que Dios te ha dado, de las cosas de las cuales te ha librado, de las cosas que no te ha dado, y simplemente después de cada una de ellas di GRACIAS.
¡Que este mes sea el más agradecido de todos!
Querido Padre:
G racias por
R escatarme y salvar mi
A lma y mi
C orazón del peso
I ncomparable del pecado que
A nidaba en mi
S er
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